martes, 26 de julio de 2011

Volver precipitadamente

Todo lo bueno se acaba:
Noches en que el viento se colaba por la ropa hasta la piel y brumas que tapaban las estrellas. El sudor y el barro en las manos al cavar hoyos para elevar porterías y torretas... El pelo alborotado de las mañanas, de las tardes y las noches. Dormir en un hotel, y robar el agua caliente. Pasearse por una planicie elevada rodeado de caballos ¡y sentirse el rey del mundo! La playa de Ribadesella... sus acantilados. Hamburguesas de carne, rojas por dentro... y bocatas de bacon y cabrales. Francamente divertido. Charlas sobre el Roverismo.... ¿¿BP revolucionario?? ¿Topicazos? ¿Leer libros baratos?

Desde el Pre, hasta el día de Clan. Desde ese castor que va a su bola al scouter que te hace caso y con el que hablas. Desde un tipi lejano, a la cocina... Yo no quería marcharme, yo quería seguir allí y pasar un desierto, más tradiciones, incluso una recogida...


Me queda la mugre en que ha venido envuelto mi macuto, me quedan fotos y recuerdos. También tengo ahora el pelo impregnado de olor a hoguera de campamento (algunos lo confundirán con el olor a barbacoa). 

Qué pena volver tan pronto ¿No? Me queda una cena de chino por venir, y espero que me queden más años de escultismo.

domingo, 10 de julio de 2011

Cierto, ¿no?

¿Pero yo a quién estoy engañando? ¡Cero tarros de cristal! ¡Miles de Pepa's dance, de Brunches, de Mongolians, de rodalies, de San Tony's, de cuadros y de besos en las manos! : )

viernes, 8 de julio de 2011

paréntesis (necesario)

Vuelvo a estar sentada en la misma mesa en la que un día escribí sobre alegrías, y hoy siguen siendo esas mismas alegrías los motores de lo cotidiano. Pero diferentes. Puede que sea el cansacio de llevar prácticamente 4 días sin dormir como es debido (no es que me arrepienta, o que deseara haber pasado la noche en una cama templada en vez de en la ciudad lejana) o tal vez sean las respuestas afiladas... Siempre es triste volver de allí, y siempre acabo pensando "una vez traspasada la cancela todo estará atrás: no valdrá eso de pensar y rememorar las cosas mil veces" Y siempre llego al escritorio para mencionar una o dos cosas...

Tengo sueño. Hay cosas que hacer.

Pero para empezar, haré un paréntesis y dejaré las tres noches en un tarro de cristal herméticamente cerrado. Y sólo cuando el emperador romano aparezca, las dejaré ser libres de nuevo.

Hay otra versión de los hechos, esa que yo no conozco. Me gustaría pensar que el dueño no la encerrará en un bote (porque en el fondo yo tampoco quiero adormecer unas sábanas de cuadros)... pero ya divagaremos sobre esto cuando no esté cansada y no haya cosas que hacer.