viernes, 21 de marzo de 2014

Chan chan

La Habana se despierta con calima, y los Ladas ya recorren el Vedado. El Malecón, tan grande y tan vacío se planta frente al mar con flores de piedra que se deshojan  con el tiempo. Hace calor, y en Parque Central abundan coches brillantes y árboles de copas verdes que ofrecen sombra. Puedo ver a Hemingway saliendo del Floridita, y a Sinatra cantando en el Hotel Nacional.
 
"De Alto Cedro voy para Marcané
llego a Cueto, voy para Mayarí

En Miramar se esconden, entre lianas y plantas de hojas gigantescas, el recuerdo de un campo de golf y los sueños ajados y pisoteados de tres ancianos arquitectos. Y mientras suenan clarinetes y los alumnos preparan su marcha de las antorchas, el péndulo del régimen continúa difamando o ensalzando según sea día par o impar.

El cariño que te tengo
no te lo puedo negar
se me sale la babita
yo no lo puedo evita
r

En Trinidad nos contempla medio milenio de Historia, arrullado por un son de maracas y guitarras. Las piedras traídas en su día de Sevilla, incrustadas en las calles, callan bajo nuestros pies cuando bailamos. Los mosquitos han salido a saludarnos.

Cuando Juanica y Chan Chan
en el mar cernían arena
como sacudía el jibe
a Chan Chan le daba pena

Santiago es un trajín de coches, de Revolución y de disidentes, de cazadores de vías de escape. A lo lejos se alza la Sierra Maestra, ocultadora de guerrilleros. ¿De dónde vino ese estallido? Son las seis de la tarde y anochece en el Castillo del Morro: ¡¡Viva Cuba libre!! Y nosotros cuatro, con el corazón encogido de emoción volvemos a la ciudad oscura a reflexionar sobre el paso del tiempo.

Limpia el camino de paja
que yo me quiero sentar
en aquél tronco que veo
y así no puedo llegar

Cuba tiene caminos sin asfaltar, niebla en sus Mogotes, músicos en las calles, y campos y campos de caña. Hay silencios que gritan los cubanos, y hay cegueras intencionadas. En Cuba hay risas y alboroto, hay llanto y desprecio, hay hospitalidad y empatía. Hay una civilización que se resquebraja ante el inevitable transcurso de los años: quedan los últimos restos de un legado. Fue un experimento, a escala 1:1, generador de un mundo distinto del mío, con gente que podría ser la mía. 

De Alto Cedro voy para Marcané
llegó a Cueto voy para Mayarí"

No hay comentarios:

Publicar un comentario