jueves, 29 de septiembre de 2016

¿Y qué?

-¿Y qué?
-¿Cómo que "y qué"? ¿No notas la presión?
-¿Qué presión?
 
[No, la verdad es que nunca me había parado a pensarlo. Desde que decidí volverme un hippie y vivir cantando en los vagones de metro contra todo pronóstico, contra todo comentario entrometido, plano y cerrado de mente... me da igual. Respecto de lo importante me ha dado igual.
 
Y paradójicamente siempre me ha importado mucho. Pero sólo en cuanto a las cosas superficiales, las que en realidad no importan. ¿¡Cómo viste!? ¿Has oído lo que ha dicho? ¡Es de un tonto! ¡Horrible!
 
Desde hace mucho tiempo, he querido ser capaz de hacer nudismo en la playa y que me diera igual (¿Qué más da, no?). Y es que esa estupidez me haría inmensamente feliz. Pero todavía no puedo (y eso que imagino que cuerpo tenemos todos y que las diferencias serán bastante insignificantes). Ahí sí que hay una presión tonta, absurda, sin sentido... pero que no se va. Hay miles de situaciones en las que las inseguridades llegan, se acomodan, se hacen grandes... pero eso me pasa a mí, y te pasa a tí, y le pasa a cualquiera que pasee por esta estación de metro (que son muchos).
 
Pero respecto de aquello que toca esa fibra más profunda de mi existencia no me doy por aludido: para todo aquello hago oídos sordos. Y no me había enterado (aunque no sé si no me había enterado de que hacía oídos sordos, o de que incluso para lo importante había algo frente a lo que hacer oídos sordos). Y me alegré muchísimo de haber sido tan ignorante.]
 
-Tu futuro es tuyo, y ya está. ¿Eres feliz con lo que haces? ¿Eres feliz con lo que quieres hacer? Pues hazlo, o ve a por ello. Y si la respuesta es "no", deja de hacerlo, busca otra cosa. Pero no midas lo feliz que eres por la aprobación ajena, porque eso es un auténtico suspenso en felicidad.
 
Claro, a todo esto, yo sigo haciendo nudismo en mi piscina... donde no me ve nadie. Pero poco a poco uno consigue volverse más sordo.

domingo, 8 de mayo de 2016

Cari Fantasmi

Queridos Fantasmas,
Al volver la vista atrás parece que ha sido un sueño. Un sueño muy intenso concentrado en cinco días desaforados y un montón de meses lánguidos.
Quiero daros las gracias ahora, con toda la calma del mundo, porque no están las limitaciones de papel que impone el tríptico. Es decir, ha sido una ilusión tremenda el sacar adelante este proyecto, un BOOM mental, y sé que sin esa actitud maravillosa que habéis tenido, no habría sido posible.
Gracias por haberos metido en vuestro personaje, por haberle hecho preguntas, por haber redactado sus preocupaciones más íntimas. Gracias por haberle dedicado tiempo al papel... ¡un tiempo infinito! (Un tiempo, que espero que os haya valido la pena).
Gracias por haber diseñado un cartel que quedará increíblemente bien enmarcado en la pared. Gracias por haber buscado vestidos, y pañuelos, y corbatas, y trajes, y chalecos, y jaulas, y percheros y... Y gracias por haberlo hecho en equipo, con toda la división de tareas que ello conllevaba. Gracias también por haber metido un pedacito de esa intuición músico-teatral en esta obra. Gracias por haber pensado y repensado cómo traernos el Palacio de "Rodríguez Los De Ríos" a la Escuela. Y por haber estado pendientes de las luces y sombras en todo momento.
Y claro, algunos no sólo os habéis encargado de sacar adelante vuestra parte, también me habéis sacado a mí del hoyo, y por ello sólo puedo agradecéroslo una vez más.
En fin, queridos Fantasmas, gracias por haberme dejado hacerle un pequeño homenaje a mi año pasado (porque al señor de Filippo, lo conocí el año pasado), y gracias por hacer que dicho homenaje haya sido mejor de lo que podría haber imaginado jamás.
...a Gabi, Raquel, Jota, Fran, Serra, Sofi, Zozaya, Gibrán, Iñaki, Planchuelo, Irene, Capi, Miguel S., Charlie, Ors y Bea.

viernes, 25 de marzo de 2016

En Camino

Había una bruma a lo lejos, pero jirones de cielo se entreveían cada pocos hectómetros. ¡Qué satisfacción da hacer las cosas bien!
 
Había acabado varios capítulos del libro, y el sol, la lluvia ligera y las piedras del camino estaban contentos. El sudor y la mugre daban fuerzas para seguir escribiendo la novela. El vino, el pan, y las cazuelas rellenas de tradición alimentaban un alma voraz. Y la inercia de los pasos no se podía parar: ¡a donde me llevéis, pies!
 
Había tantos y tantos kilómetros por caminar, que daba pena pensar que ese número iba disminuyendo con los medidores de madera que se sucedían... pero al fin y al cabo cada paso se disfrutaba, sobre todo si desmigajábamos juntos los juncos de la vera del camino.
 
Quiero compartirlo. No quiero llegar. Quiero llegar y seguir marcha atrás con vosotros. Otro paso, y otro, y otro, y otro.
 
 

miércoles, 27 de enero de 2016

Lo prometo

-Prométeme que no volverás a pedir más de lo que sabes que no puedes pedir.

-Lo prometo.

-Bueno, en un rato lo volverás a hacer, pero al menos serás consciente de que las cosas son así y así se quedarán. La frustración no es una opción. Bien.

--------------------------------------------------------------------------------------------------

Yo a ti no te debo nada. Y tú a mí tampoco. Finito. Con calma y sin enrevesar las cosas. ¿Para qué? Tenía que darme igual desde hace mucho, pero bueno, mejor ahora que jamás. Ahora es una mosca que vuela cercana y su zumzum no molesta. Antes daba miedo: si abríamos la venta la mosca podía estamparse contra una pared. (...) No, no es una buena metáfora. Tampoco importa, estamos borrachos. Sobre todo yo. Literalmente.

---------------------------------------------------------------------------------------------------

Prometo tener las cosas claras. No me importarán las nimiedades. Ahora sólo va a pasar una vez (por eso escribo "sólo" con tilde, la vida consiste en eso) y hay que aprovecharlo. Tienes razón, cuando soy liviana todo es muchísimo mejor. Y os veo más. Y los dolores duelen menos. Y las noches son más claras y los días más justos.

Gritaría todas las cosas que salen de ideas que intento acallar. Todos tenemos miedos. Todos los gestionamos de mil maneras distintas. Distintas como son las caras que tenemos al salir a la calle cada día de nuestra vida. Y como hace demasiados meses que no me siento callada a mirar al infinito durante veinte minutos tomando consciencia de esos miedos, y esas caras, y esas peticiones vitales que habitan en lo más hondo, profundo y secreto de mi ser...


...me voy a la cama. Lo prometo.

miércoles, 13 de enero de 2016

Sorridi e.. cheese!!


Da sempre l'ho fatto: lo diceva la nonna e poi si faceva.

Siempre poso en las fotos. 

È vero che grazie a quell'obbligo non ho mai avuto una fotto bruta... ma forse quello anche significa che non ho nemmeno una foto in cui ci sia io stessa. Vedremo un'altra ragazzina che sorride verso l'obbiettivo.

Da l'altra parte, per ogni foto che mi prendevano avevo un pensiero diverso: "daaaai, presto presto, che fa caldooo!" "questo è proprio un tramonto da godersi" "e domani si parte? già??". E infatti volevo gridare la frasetta alla macchina. Quindi sulla base di questa premessa sí! Mi potete trovare -a me stessa, nessun'altra- in ogni fotografia. E addirittura c'è un messaggio ad hoc per ogni immagine.

Comunque, devo ammettere che non avevo mai avuto una foto così: ésta vez no quería decirle nada a la cámara. Invece il messaggio era per noi due. Ecco, semplice. Ero felice, e sebbene non l'abbia pensato di fronte alla macchina... a me piace così

Grazie Maiari.