lunes, 24 de octubre de 2011

Mis veinte niñas

Tengo veinte niñas... y tengo miedo.

Llego a la clase, cargada de energía, como todos los lunes "Hello girls! How are you?" Todas me responden con gritos y alboroto (cosas de los seis, los siete y los ocho años). Paso lista, y SIEMPRE hay alguna que falta. Envío a las más responsables al patio a buscar a las desertoras. Y con el resto me voy a clase.

Todas sonrientes, animadas, con los "babys", las faldas los calcetines azules y el polo del uniforme. Y sin que me vean, sonrío pensando en que escasos diez años atrás yo estaba en su misma situación. Es como mirarse en un espejo y ver el reflejo de uno mismo algo distorsionado. Pero el concepto es el mismo.

Se mueven como si fueran bolos de una bolera: sin orden ni concierto y a pasitos cortos, todas bajitas riéndose de cosas que yo ya no entendería y extasiadas con la clase.

"Drama club, girls, drama club" Les digo. "Pero teacher, is it Drama class o Drama club?" me preguntan las más avispadas. Ahora hacemos un círculo ¡Imposible que se callen! Una interpreta en el centro ¡Belén, no hables más con Aurora! Y claro, pese a lo mucho que me duele, como no se calla tengo que echarla de clase... ¡Y aún así es que a la mínima se revolucionan! "Gestures, girls, gestures" y todas se vuelven como locas y comienzan a hacer como si tocaran una pared invisible con sus manitas mientras gritan desaforadas: "¡¡Mimos, mimos, mimoos!!"

No debería reírme y seguirles el juego, pero es graciosísimo verlas. Y pese a lo cansada que llego a casa, preparo la clase del día siguiente con ganas.

No sé a dónde nos llevará todo esto, pero le estoy poniendo mucha ilusión. Y espero que mis veinte niñas acaben por bordar su personaje en la obra de navidad, bueno, no voy a ser tan avariciosa: me conformo con que se lo pasen bien (y que lo borden en junio).

Marcando territorio

El bosque es grande, pero cada uno tiene que saber dónde aposentarse. El ciervo, manso como siempre, ha ido a la otra esquina de la explanada, y tras cerciorarse de que es un buen sitio, ha marcado terreno frotando su cornamenta contra el roble.

Con las últimas lluvias tuvo que cambiar su refugio, y de ahí el cambio de ambientes. Todavía le queda parte del pelaje claro de verano... pero en pocos días se habrá difuminado por completo y volverá a estar abrigado para la temporada que se avecina. Y ni los tímidos rayos del sol, que de vez en cuando recuerdan altas temperaturas de antaño, conseguirán que vuelva a tener ese color canela.

Un pájaro pequeño y gordinflón ha entrado en la zona. Es curioso, porque el ciervo ya se ha mentalizado de su mudanza. Con cautela y seguridad mira al pájaro, el cual le sostiene la mirada con picardía, hasta que finalmente se marcha. El ciervo no sabe realmente qué habría pasado si el pájaro se hubiera metido en su antigua zona... pero ese no era el problema. 

"Este no ha sido difícil" Se dice el ciervo "Pero los habrá peores... y el invierno es largo".

Y tras lo cual pasa a afilar su cornamenta en el árbol más cercano.

domingo, 16 de octubre de 2011

Oí música

Son tonterías que escuchas en todas partes, en los cafés, a la gente de la esquina, a los chicos mayores del colegio... exageraciones. Nada más.

¿Nada más? Primero piensas que a todos les ha debido de pasar algo, de fijo que no están cuerdos o que hasta consumen alguna cosa; pero luego... luego una duda comienza a picar las entrañas de forma amistosa y algo insistente.

Particularmente, nunca lo creí: "¡Y  justo en ese momento oyes música!" ¿Quién es el volado que dice eso? Y aún peor, ¿Quién es el idiota profundo que se lo cree? Será que en momentos como esos estás a otra cosa o que idealizas todo en tu cabeza para que sea impresionante, o, ¿por qué no? a la gente le gusta exagerar y fardar de lo que sea.

En fin, creo que ahora deberé decir que estoy voladísimo, y necesitaré idiotas que me escuchen y me crean. Yo que me había reído de todos, volví a casa fastidiadamente contento. ¡Tenían razón esos idiotas!


...mientras te besaba en el portal, oí música.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Cada oveja con su pareja...

         an instant, a place...  

...a club, a roof...
     ...winter

                              ...summer or autumn.

domingo, 9 de octubre de 2011

happy fun-fun pack

"¿Te sientes triste? ¿Agobiado? ¿Vacío? Para esos días en que te ves miserable: ¡¡Happy fun-fun pack!!" dice la tele. "No es necesario sufrir, llámanos y en seguida conseguirás tu Happy fun-fun pack. ¿Te ha dejado tu chica? ¿Le echas a él de menos? ¡No llores mientras tomas esa tarrina de helado de chocolate a cucharadas! ¡No te las des de poeta intentando escribir versos cutres sobre el aroma de su pelo! Llámanos y te olvidarás en seguida." Sigue el presentador enseñando la cajita con dibujos de colores. "¿Te han echado del trabajo? ¿No valoran tu esfuerzo? Estás a una llamada del bienestar completo. Científicos de todo el mundo han comprobado la eficacia de este producto y lo avalan sin reparos (...)"

Él mira a la ventana con aire perdido. Piensa un poco. No tiene ganas ni de cojer el teléfono... pero quizás sea la solución.

P¡iiiii, piiiiiiiiiii, piiiiiiii -Su happy fun-fun pack al instante, ¿digame?- le atiende una mujer de voz suave.
-Buenas, yo...- se le apaga la voz ¿Qué está haciendo? Si lo suyo no tiene solución... lleva días y días así. Sin cambios.
-Espere, no cuelgue por favor. Dígame su dirección, le aseguro que esto funciona.
Tras pensarlo unos instantes, se la dice. Es curioso, porque en ningún momento ha dicho que tenía intención de colgar...
-Muy bien, señor, ¿Es el pedido para ud.?- pregunta la mujer.
-Ehh.. claro, sí.-
-Es que necesitamos saberlo para personalizarlo.- se oye un ruido de papeles de fondo y vuelve la voz femenina- Ya está todo listo. Llegará en aproximadamente 6 horas.-
-¡Pero si son las 10 de la noche!-
-Mire señor, la felicidad no puede esperar. Esa es nuestra máxima. Y no se preocupe por el papeleo, que ya lo organizaremos nosotros. Usted disfrute su happy fun-fun pack.-
-Buenas noches-
-Buenas noches-

La furgoneta carga las cajas. Cada una lleva una etiqueta "Isaac Fernández" "Llanes Armíral" "Silvia Helíces" "Pablo Bergo" y otros muchos más. Las farolas calladas iluminan débilmente el asfalto y las puertas de las casas. La furgoneta de colores va parando en todas y cada una de las viviendas. El operario vestido de colores, tras llamar a las puertas, deja las cajitas de colores y se monta en la furgoneta para proseguir la ruta.

Como las matemáticas, así de simple: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... personas felices. Ni trampa ni cartón. Han abierto las cajas. Y cada una estaba hecha de determinada manera, para un destinatario.

Se despierta. Pese a que es un día nublado se da cuenta de que es un día nuevo, distinto al anterior. Aire limpio y nuevo entra por las ventanas.


--¿Y el happy fun-fun pack? Ah, eso lo han recogido los del camión de la basura hace unas horas.