martes, 14 de octubre de 2014

Buenos días

Había distintas maneras de despertar, y a Julio le encantaba ser consciente de ello. No era lo mismo abrir los ojos desde la litera de su cuarto y ver la alfombra roja de Turquía, que hacerlo en una tienda de campaña, arrebujado en el microclima calentito de su saco de dormir.

La mayoría de las personas no se paraba a pensar en aquellos detalles, pero Julio se fijaba en todo: ¿Qué tal había dormido? ¿Qué había soñado? ¿Cuál había sido su primer pensamiento ese día? ¿Dónde se había despertado? ¿Era un sitio conocido? ¿Había alguien más allí? ¿A qué olía? ¿café? ¿croissants? ¿Se oía algo?...

Tampoco hacía falta perder toda la mañana con aquellas preguntas, simplemente se había convertido en algo automático y sencillo. Uno de esos placeres tontos e inconfesables que tenemos todos.

-Buenos días, Julio. ¿Por qué sonríes?-
-Nada, es que he dormido muy bien esta noche.-

viernes, 12 de septiembre de 2014

Miedo

Ese instante suspendidos en el aire: cuando acabamos de saltar desde una altura considerable al agua y empezamos a notar la caída. Ese miedo fugaz que nos sobreviene sin avisar. Podemos reírnos antes de saltar, o cuando ya chapoteamos abajo... pero ese segundo de pavor no podemos remediarlo.

Ahora prolonga ese momento: estíralo y estíralo cuanto quieras, como un chicle. Y ponte a pensar. ¿Me haré daño? ¿Estará fría? ¿Habrá piedras en el fondo? y otras miles de preguntas que no importan, porque al final el agua estará fresquita, y si acaso te darás un ligero planchazo que no será para tanto.

Pero el miedo es natural. Y pese a que yo no he venido a este valle de lágrimas a sufrir sino a pasármelo bien, a veces también tengo miedo. Porque aunque sé que lees los párrafos muy despacio, es posible que acabes mi libro y no te convenza.

 

lunes, 1 de septiembre de 2014

Guardo sólo lo que yo quiero

Yo iba en un tren sin maquinista,
mi barco irremediablemente se me hundía
y los mandos de mi avión estaban rotos.
 
¿Dónde están los días que no llegan?
 
Caminaba descalza por gravilla, y mis pasos lloraban silencios de meses y meses. Entendí el vacío del espacio, y rellenasteis lo restante con explicaciones. Nadie y todos tienen culpa: c'est la vie.
 
¿Dónde está la calma que pedía al principio del principio?
 
Corría ladera abajo sin control, y un manto azul y siete estrellas me miraban caprichosos. ¿Volveremos a encontrarnos algún día? En un pedazo de cuero guardo sólo lo que yo quiero. No sabemos dónde estamos, pero no importa porque no paramos de movernos; quizá cuando me detenga a respirar consulte el mapa, pero por ahora queda aire en mis pulmones: P A R A  G R I T A R lo que me apetezca.
 
¿Dónde guardas el apetito de mundo?
 
No sé hacia donde voy, ni hacia donde vas, ni hacia donde vais... pero espero veros por el camino. La vida nos depara muchas cosas: más de cuatro soles y menos de cien mil heridas. Y lo que tenga que ser será, siendo imposible saber si le era posible ser otra cosa.
 
Abrochaos el cinturón, porque he tomado el mando en la locomotora; ayudadme a achicar el agua en este bote, y recordad cómo se abre un paracaídas.

viernes, 22 de agosto de 2014

¿Queda esperanza?

"Parece mentira que en un sitio tan bonito se puedan cometer unas atrocidades así" pienso.
 
Brilla el sol, y hace bastante calor; el aire es limpio y los árboles que rodean el complejo dan frescor. Hay unas casas de ladrillo rojizo muy bonitas que podrían pertenecer a una urbanización de Gran Bretaña... pero de alguna manera dentro de esas casas se palpan aún los horrores de épocas pasadas.
 
Sólo los optimistas sobreviven.
 
 
Caminamos por uno de los cementerios más grandes del mundo: un recordatorio de lo que el hombre es capaz de hacerle a otro hombre sólo por el hecho de considerarlo diferente. Y no es cosa de un único individuo, es la maldad institucionalizada.
 
Mientras paseo por los barracones reflexiono sobre muchas cosas: "No es una historia de miedo, es real. ¿Por qué pasan estas cosas? ¿Por qué siguen pasando? ¿Por qué parece que precisamente aquellos que deberían recordar mejor la historia se olvidan de ella y la repiten? ¿El ser humano es esencialmente malo o es que se desvía por el camino?"
 
Soy incapaz de responderme a muchas de las preguntas y eso quizá es lo que más vértigo da: ¿queda esperanza?; sólo puedo guardar unos minutos de silencio al final de la visita por todos aquellos que ya no están; puedo despedirme finalmente de Anna y Margot; y simplemente asumir la suerte que tuvo mi familia.

sábado, 16 de agosto de 2014

Manrique tenía razón

Me pides que me levante y mire por la ventana, que huela el aroma de tostadas y café que llega desde la cocina. Y yo, obediente, lo hago. En ese momento uno se siente vivo. Pero también me siento vivo cuando me caigo al suelo y sangro, o cuando enfermo. Estar vivo tiene cosas buenas y malas, al fin y al cabo.
 
Sé que tú buscas el Presente, el "ya" que justo acaba de marcharse para dar paso a otro "ya" -que a su vez también se ha ido-. Sin embargo, estas líneas no iban dirigidas al "Hoy", yo quería hablarte del "Ayer", del "Hace Dos Años", y del "Hace Cien".
 
¿No te has preguntado nunca por qué el Pasado tiene ese aura de romanticismo y de misterio que el Presente no posee? ¿Por qué al volver la espalda nos encontramos con un abismo inabarcable de grandeza en aquello que ya pasó? Yo supongo que es porque lo que se ha marchado ya no se puede re-examinar. Atesoramos nuestros propios recuerdos de forma que olvidamos las penurias, o las engrandecemos (pero en estos casos equiparándolas a hazañas), y poco a poco pasan a formar parte de ese bagaje de cariño que nos acompaña siempre: nuestro "yo pasado" nunca nos abandona, aunque puede que a veces lo olvidemos un poco.
 
Me preguntas ahora por los siglos que ya se han marchado; por las guerras cuyas paces ya han sido firmadas; por las atrocidades que ha cometido el ser humano contra otros, contra sí mismo; pero también por los logros ya alcanzados... Y yo mojo las tostadas en ese café tan bueno y te digo que sigo pensando lo mismo. ¿No son todas esas cosas monstruosamente grandiosas? No se pueden volver a ver, porque el Presente sólo pasa una vez, y por ello, deberemos percibir todos esos sucesos tal y como quedaron grabados en su momento. Y como muchos de esos hitos históricos no los hemos podido contemplar porque no estuvimos allí... podemos venerarlos, exagerarlos, impresionarnos.
 
¿Recuerdas aquella noche tormentosa de hace cuatro años, cuando caminábamos en grupo por Praga siguiendo las vías del tranvía buscando el camino de vuelta? ¿Y la risa que nos dio cuando nos preguntaron en el Parque del Oeste si colgar hamacas de los árboles era cómodo? ¿No sonríes con malicia cuando recuerdas que hace apenas unas noches cometimos un acto vandálico y robamos uno de los números del portal de Paolo? Todos esos recuerdos también nos hacen sentir que estamos vivos, que en el fondo seguimos siendo esas personas capaces de vivir aventuras.
 
Pero Poppy, tienes razón, no puedo perder el placer de degustar estas tostadas entre tantos recuerdos.
 
Me reconforta saber que, al acabarme las tostadas, éstas han pasado ya al Pasado.

martes, 29 de julio de 2014

Ya basta

¿Nunca te enseñaron en el colegio a no discriminar? A mí sí, pero creo que al señor Mas y a otros tantos que andan sueltos destruyendo mi sociedad y mi país, no.

Yo entiendo que haya que preservar la cultura, cuidar las tradiciones, lo propio, aquello que nos enorgullece y que nos enternece. Yo soy la primera que lloro al escuchar unas habaneras, y que, al oír hablar a alguien en catalán siento como si estuviera en casa.

Sin embargo, llega un momento en el cual, el nacionalismo pasa a convertirse en un nazi-onalismo. Sí, quizá piensen ustedes que exagero, pero en el momento en que se deja muy claro que “tú no eres de aquí” y “tú nunca serás de aquí” se está discriminando, se está negando un sentimiento y además, se está empobreciendo una sociedad. ¿Qué será lo siguiente, cosernos la estrella de David en el hombro como si estuvieramos en 1933? Porque ya han traspasado ustedes la delgada línea entre ensalzar su cultura y denigrar a aquel al que consideran extraneus. ¿No ven ustedes la fuga de intelectuales catalanes que se está dando? ¡Se marchan! ¡Por ser tan estrechos de miras pierden ustedes a una parte importantísima de su sociedad! Aunque si sólo les interesa la economía también pueden ustedes mirar cuantas empresas están cambiando su domicio social a otras partes de la península...

¿Qué quieren ustedes? ¿Autonomía? ¿Otro tipo de financiación? ¿Independencia? ¿Acaso no se dan cuenta ustedes de que sus políticos les mienten? ¿No entienden que cuando les dicen que ¡Madrid ens roba!” son ellos los que abren las arcas de Cataluña y roban a manos llenas sin ningún tipo de pudor? Sólo espero que recuerden que papá-Estado no es aquello que les venden sus políticos, sino que es la base que impide que ustedes caigan: no es viable la independencia (y sus políticos lo saben). Y como comprenderán no creo que tengan ningún derecho a explotar de forma privilegiada los recursos del Estado como si fueran los únicos contribuyentes de este país.

Supongo que es difícil mantener la cabeza fría cuando desde el colegio te enseñan que la Guerra de Independencia (1808) se llama la Guerra del Francés; y me imagino también que es difícil no dejarse llevar por unos cuantos, que hacen mucho ruido, que prometen un futuro mejor y achacan la situación actual al Gobierno Central. ¡Qué provinciano! ¡Qué sensacionalista! ¡Qué vergüenza!

Por primera vez en veintiún años que llevo viniendo a Barcelona he sentido vergüenza. Vergüenza ajena por este adoctrinamiento arraigado y vergüenza propia por haberme sentido en algún momento parte de esta cultura. He llegado a sentir repulsión hacia un sitio que yo consideraba mi segundo hogar. Enhorabuena, han conseguido que en mi propia tierra, allá de donde proviene mi sangre, me sienta extranjera. Ya basta.

sábado, 28 de junio de 2014

Lasciatemi guardare il Mondo

Fa un caldo torrido, y no puedo respirar... andare in piscina forse sia una buona idea, no?

Me asomo desde la puerta al jardincito, y me miráis desde cada extremo. Ed io non posso decidere, non vi posso dire nulla.

Me pondría el bañador, pero prefiero no hacerlo y llegar con la piel descubierta. Me ne vado senza guardarvi! Soltanto vorrei un po' dell'acqua freda. Però, non saltare con me, devo fare qualcosa da sola...

Salto y el frío del chapuzón despierta los sentidos. Già non siete più qui con me nell'acqua. E vi ringrazio perche allora posso pensare. ¿Queréis respuestas? Anch'io!

Dadme sol, dadme agua, dadme tiempo, datemi dello spazio, datemi dei baci nel viso, nel cuore nell'anima...

Ma, Mondo, lasciami.

lunes, 14 de abril de 2014

CO

-Necesito que te calles, estoy tratando de explicarte algo... ¿Ya? Escúchame atentamente, porque esto que te voy a decir aclarará tus dudas de una vez por todas.-
Yo miré al profesor ese sin mucho convencimiento, en el despacho hacía muchísimo calor... ¡Qué pocas ganas de revisar un examen en pleno junio!
 
Y cuando puse cara seria simulando que lo escuchaba comenzó su "runrun" de explicaciones. Yo le miraba a la cara y al papel alternativamente, asintiendo ligeramente cuando hacía pausas y frunciendo el ceño cada cierto rato, para que pareciera que me estaba enterando. No me interesaba lo más mínimo, era puro teatro.
 
-Ya ves, esta pregunta era sencilla, ¿No crees? Un buen líder tiene que saber comunicar...- En ese punto volví a desconectar. ¡Qué pérdida de tiempo! ¿Por qué no me habían enseñado algo útil? ¿Por qué no me habían contado los pasos esenciales para sacar adelante un proyecto?
 
1º Tener una idea.
2º Buscar un socio.
3º Conseguir tu dream team.
 
Había luego muchas nociones igualmente necesarias para que un proyecto tuviera éxito, pero en vez de aprender eso, estaba viendo la personalidad tipo A y tipo B, y no se qué chorradas (bastante obvias) sobre el absentismo laboral. ¿Por qué no me habían enseñado a imponer autoridad? ¿Por qué no me habían dicho que existen incompatibilidades insalvables?
 
-¿Entiendes por qué has fallado esta, Poppy?-
-Sí. Oiga, una pregunta, ¿Usted ha dirigido algo alguna vez?- Se me quedó mirando el pobre con cara de idiota.
-¿Cómo?-
-Sí, eso que le digo, ¿Ha dirigido algún proyecto?-
-Pues... bueno, en el departamento.... realmente...-
-Bueno, veo que no, pues yo sí. Y déjeme decirle una cosa: su libro está muy bien, y los casos que plantean son sudokus muy graciosos, pero resulta que cuando salimos de aquí hay tiburones y demás bestias por todas partes con las que hay que lidiar. Y no es sólo que las personas presenten problemas per se, es que encima aparecen impedimentos provenientes del azar, de casualidades, de instituciones... contra las que también tenemos que luchar.
Es muy bonita toda la palabrería y, también me han parecido simpáticos los estudios de laboratorio a los que les han concedido la denominación de origen de <<teoría>>; pero pienso que tras un par de situaciones reales uno se da cuenta de que esto que nos cuentan es poco, es insuficiente, es un jueguecito gracioso y poco más. Pruebe a dirigir algo cuando quiera, sólo entonces aceptaré que me dé clases, estimado profesor.-
 
Cogí mi suspenso y me marché del despacho-horno.
 

viernes, 21 de marzo de 2014

Chan chan

La Habana se despierta con calima, y los Ladas ya recorren el Vedado. El Malecón, tan grande y tan vacío se planta frente al mar con flores de piedra que se deshojan  con el tiempo. Hace calor, y en Parque Central abundan coches brillantes y árboles de copas verdes que ofrecen sombra. Puedo ver a Hemingway saliendo del Floridita, y a Sinatra cantando en el Hotel Nacional.
 
"De Alto Cedro voy para Marcané
llego a Cueto, voy para Mayarí

En Miramar se esconden, entre lianas y plantas de hojas gigantescas, el recuerdo de un campo de golf y los sueños ajados y pisoteados de tres ancianos arquitectos. Y mientras suenan clarinetes y los alumnos preparan su marcha de las antorchas, el péndulo del régimen continúa difamando o ensalzando según sea día par o impar.

El cariño que te tengo
no te lo puedo negar
se me sale la babita
yo no lo puedo evita
r

En Trinidad nos contempla medio milenio de Historia, arrullado por un son de maracas y guitarras. Las piedras traídas en su día de Sevilla, incrustadas en las calles, callan bajo nuestros pies cuando bailamos. Los mosquitos han salido a saludarnos.

Cuando Juanica y Chan Chan
en el mar cernían arena
como sacudía el jibe
a Chan Chan le daba pena

Santiago es un trajín de coches, de Revolución y de disidentes, de cazadores de vías de escape. A lo lejos se alza la Sierra Maestra, ocultadora de guerrilleros. ¿De dónde vino ese estallido? Son las seis de la tarde y anochece en el Castillo del Morro: ¡¡Viva Cuba libre!! Y nosotros cuatro, con el corazón encogido de emoción volvemos a la ciudad oscura a reflexionar sobre el paso del tiempo.

Limpia el camino de paja
que yo me quiero sentar
en aquél tronco que veo
y así no puedo llegar

Cuba tiene caminos sin asfaltar, niebla en sus Mogotes, músicos en las calles, y campos y campos de caña. Hay silencios que gritan los cubanos, y hay cegueras intencionadas. En Cuba hay risas y alboroto, hay llanto y desprecio, hay hospitalidad y empatía. Hay una civilización que se resquebraja ante el inevitable transcurso de los años: quedan los últimos restos de un legado. Fue un experimento, a escala 1:1, generador de un mundo distinto del mío, con gente que podría ser la mía. 

De Alto Cedro voy para Marcané
llegó a Cueto voy para Mayarí"

domingo, 19 de enero de 2014

El regador regado

Raymond entró en el saloncito, llevaba un traje oscuro impecable y unos gemelos que hacían juego con sus ojos claros. Estaban todos ya charlando animadamente. Martha, Jack, Charles y otros tantos se encontraban agrupados entorno a la mesa de las copas discutiendo sobre el orden en el que debían servirse las mismas.

-¡Oh! Finalmente has venido, Ray. ¡Qué alegría!- dijo Martha.
-Si, Margaret se ha quedado en casa, no se encontraba bien. Pero la he dejado en buenas manos.- replicó mientras con la mirada buscaba disimuladamente una cara concreta entre los invitados.
-¿Te han dejado en paz los de la junta? Creí que vuestras reuniones duraban hasta tarde...- Le comentó Jack con interés.
-Err... no, hoy no ha sido así. La junta se reúne mañana. Hoy fue más tranquilo todo.- Comentó Ray sin interés. -¿Anthony no ha llegado aún?- dijo extrañado.
-Todavía no. ¡Pobre! A él le tienen atosigado en el bufete.- Se lamentaba Martha.- ¡Anna, no sirvas tanto, que de lo contrario acabaremos contándonos todo esta noche!- Reprimió entre risas.

Discretamente se disculpó para separarse del pequeño grupito, y se dispuso a recorrer la casa. Había llegado el momento de zanjar cierto asunto. Aquel que había comenzado en la salita de espera de la consulta del Doctor Thorton varias semanas atrás. Así pues, Raymond dio una vuelta para saludar al resto de invitados y así aprovechar y buscar a Cecily entre ellos. Todo eran plumas y tules parlanchines, y pajaritas de seda sonrientes. Hasta que la encontró fumando en la salita del sofá, acompañada de Ernest y Basil. Estaban los tres comentando la decoración de la sala sin mucho interés.

-Buenas noches.- dijo Ray.
-Vaya, ¿acabas de llegar?- preguntó Basil.
-Hace poco.-respondió mirando únicamente a Cecily.
-¿Y Margaret?- preguntó ella.
-En casa. Prefirió quedarse descansando en esta noche.-
-Comentábamos que esta sala no tiene nada que ver con el salón grande...-empezó a explicar Ernest, pero Raymond ya no escuchaba.
-Están empezando a servir las copas... ¿No queréis nada?- Le cortó suavemente.
-Es cierto, vamos para allá.- Coincidió Ernest olvidando por completo el tema de conversación anterior.

Se levantaron los tres del sofá y se dirigieron a la sala grande a reunirse con los demás. Ray se rezagó adrede y atrajo a Cecily reteniendo sutilmente su vestido negro.

-Así que ahora vas a fiestas sólo...- le dijo burlona.
-No ha sido intencionado, quiero decir... Bueno, no importa. -Debía decirle de una vez que no podía ser, que se tenían que olvidar del asunto definitivamente, y en cambio, en un segundo se había olvidado de todo lo que tenía pensado decir.- Es que tenía que hablar contigo.- Acabó. Y mientras escogía las palabras adecuadas con las que seguir Cecily comenzó a hablar:
-No, no hace falta ya, Ray. Me he cansado. Margaret siempre va a estar ahí y yo no puedo estar eternamente esperando entre bastidores.-

Y sorprendentemente, al oír aquellas palabras Ray sintió como si un plomo cayera en su estómago. ¿Pero no era eso una liberación? Cecily siempre había sido muy bonita, y desde aquel encuentro fortuíto en casa del doctor Thorton parecía que había aumentado su belleza. Había llegado incluso a pensar en el divorcio, pero era cierto: Margaret siempre iba a estar ahí. ¿Entonces por qué le dolían tanto esas palabras? ¿Y por qué Cecily estaba tan radiante esa noche? ¡¿Y por qué había vuelto a quedarse en blanco?!

Raymond trató de mantener sereno el semblante, impenetrable, algo que sabía hacer a la perfección en situaciones de presión. Y mientras tanto, trataba de urdir una respuesta coherente y que no lo dejara en mal lugar. Sin embargo, Cecily fue de nuevo más  rápida y le dijo con una sonrisa entre chulesca y sincera:

-Siempre has sido un tipo interesante, Ray. No pierdas eso.- y seguidamente le dio un beso en la mejilla.

Y tratando de disimular de nuevo la perplejidad que se veía en su cara, la siguió a la mesa de las bebidas y fue a tomarse un amargo gintonic.