lunes, 28 de noviembre de 2011

Mi secreto

¡Qué alegría compartir un secreto como este!

No creas, darling, que se lo enseño a todo el mundo, ni que me es fácil llevarte a ese sitio y desvelarte qué significa para mí cada rincón. Pero lo he hecho, y ahora siento esa felicidad que uno tiene cuando da algo. Esa felicidad que parece más sólida que la experimentada al recibir. Y de verdad que estoy contenta de que sepas porqué tiene tanta importancia para mí esta ciudad.

Ese era mi secreto. Lo curioso es que gracias a  haber estado contigo allí, darling, es como si esos mis adoquines hubieran recuprado toda la fuerza que tenían. Desde hacía meses que el sitio no me parecía lo mismo, no se me había perdido nada por allí... pero en cuanto puse un pie en la gran avenida, teniéndote a mi lado, supe que me reencontraba con un viejo amigo... o dos.

Así ya ves, has chocado la gran mano, como hacen aquellos que protagonizan mis anéctdotas; has visto el cubo, presidente de los pic-nics y sobre todo... mi bulevard.

Ya ves, darling, espero que pronto leas estas palabras que te escribo y dejes las malas ideas de lado. Comparte conmigo este nuestro secreto y que te sirva de base para que no todo parezca tan poco relativo.

Espero poder escribirte pronto contándote que he ido bailando por ahí...

Poppy

No hay comentarios:

Publicar un comentario