martes, 31 de mayo de 2011

Había que contarlo

¿Cómo explicar la situación? No sé, la verdad es que quizá después de esto tenga que ir por la calle con una máscara que oculte mi identidad y entrar en algún programa de protección de datos porque si bien decimos que todo el mundo puede expresar sus ideas libremente (es cierto que no hay censura), en realidad todavía te encuentras energúmenos, intransigentes, intolerantes, o simplemente inútiles generales en todas partes.

Hace poco estuve cavilando acerca de la situación actual. Pensando en general, en la poca importancia que se le dió a la participación de al población en las votaciones, en la tristeza que produce el ver que tus políticos no se dan por aludidos, y que encima en parte del país uno no pueda ya ni manifestarse. Y eso es en parte lo que más temo. Debo añadir que ciertas cosas me siguen emocionando: pasar parte de mi cumpleaños apoyada en un coche con un teléfono discutiendo (amistosamente) con un tío abuelo al que casi no veo sobre nuestras opiniones acerca de Sol y el 15-M, o echar por primera vez tu voto en una urna pensando (quizás ingenuamente) que va a servir para algo, o descubrir que hay gente que todavía no ha caído en la SOMA de la TV y demás entretenimientos...

Es cierto que hay una cuestión candente de separatismo, pero hasta el momento en que se diga "¡adiós muy buenas, lo nuestro ha terminado!" estoy en la creencia (como decía Ortega) de que se debería poder hablar de un sitio (nación, país, territorio con "algo" en común o como se quiera llamarlo) dónde sus habitantes tengan los mismos derechos... y obligaciones (que tendemos a olvidarlos mucho).

Y aquí... aquí eso no pasa. Por más que la gente se empeñe en pensar que la Igualdad existe (a ver si empleando palabras imponentes y no sólo nociones y ejemplos cala mejor) no puedo parar de ver situaciones (más allá de las derivadas por las situaciones económicas y particularidades de los individuos) en las que queda patente que esto no es así.

¿Por qué en Cataluña las fuerzas de orden público dependen de un organismo menor? (Para empezar, cuanto más pequeñas son las instituciones en cuestión, más probable es la corrupción, pero esta no es la cuestión ahora). Bueno, pues con esto quedan condenados a estar directamente a merced de las decisiones que toma su gobierno particular (que aunque todavía no lo haya anunciado, es de derechas, siempre lo ha sido) y a no poder manifestarse en paz (nunca mejor dicho: sin violencia). ¿Y qué hay de los votos? En mi pueblo tengo más peso... eso no es igualdad. Me voy a empadronar en "Villaconejos de arriba" a ver si mi voto pasa a ser más representativo....

Pero en definitiva, quedan muchas cosas por cambiar... la gente está echa un lío, no saben lo que quieren (ni yo misma lo sé), ni lo que tienen ahora. ¿Cuál es la solución? ¿Educación? no lo creo (en la próxima entrega haré un adelanto de mi monografía sobre la educación y la política según Platón y Michel Foucault). ¿Compromiso? Quizás. ¿Colaboración? Decididamente. En fin, si me veis por la calle, antes de apalearme, pensad en que estoy bastante cansada y que no estoy ordenando mis ideas correctamente... ya lo haré algún día. Pero hasta entonces, ¡Aquí queda esto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario